Y esto da mucho que pensar, sobre todo cuando las decisiones de TU vida, no excluyen la del resto, me explico, si hay una cosa que he aprendido con el tiempo, es que uno mismo es el único y exclusivo dueño de sus actos, esto se refiere a que uno debe hacerse integramente responsable de las consecuencias, ya sea para bien o para mal, y se da por supuesto, que la gente que nos rodea y que nos ama, va a verse de una u otra manera afectada: para bien, alegrándose (las que te tengan un amor sincero); para mal, sufriendo a tu lado y haciendo la carga menos dura (no hundiéndose contigo).
Hasta ahí todo claro, el problema surge cuando tomas una decisión que crees que es buena para ti, que puede ayudarte, has llegado a valorar los "pros y contras" y sabes que corres riesgos importantes, que si la cosa no marcha, va a doler, pero aun así tienes, realmente, ganas de probar, "pourquoi pas?" Entonces llegas a un punto en el que te dices a ti mismo, "esta decisión me incumbe a mí, pero, ¿también a aquellos a los que quiero?" ("mi felicidad ha de llegar hasta donde no trunque la de los demás"). Evidentemente, la respuesta es "sí", también tu decisión va a rozar la vida de los que te quieren, eso siempre, pero es importante tener claro que si no quieres que el resto sufra viéndote pasandolo mal al haberte equivocado en tu elección, menos querrías ver en sus ojos la inmensa tristeza de verte infeliz por haber perdido la oportunidad de equivocarte.
Los que te quieren, tarde o temprano, entenderán que tienes el derecho de elegir, al igual que a ellos se les dio en su momento, o no, (de eso tampoco eres responsable) y por lo tanto de equivocarte y aprender, crecer con TUS errores, y mejorar como persona.
martes, julio 25, 2006
TÚ ELIGES!
No sé ni cómo ni por qué, quizás porque en el curro me da tiempo de sobra a darle al coco, me he acordado de una frase, que si no fuera, porque la persona que la dijo es demasiado importante en mi vida, hubiera hecho caso omiso: "¡DECISIONES TÚ! ¿qué decisiones vas a tomar?... la única decisión que tomaste por ti misma (la más representativa), mira como te fue...déjate de tonterías!"
2 Comments:
Muchas veces el dolor de los demás está creado porque no eres quien los demás quieren que seas. Esto, como bien dices, no debiera ser así. Debes ser quien eres.
Ten claro cuándo tus decisiones afectan a los demás por sus consecuencias y cuándo porque no actúas como quieren que actúes.
¿Estamos hablando de decisiones o de "decisiones de crecimiento personal"?
Aún así no estoy del todo de acuerdo. Yo voy a decidir influido por las consecuencias que mi decisión vaya a generar en mis seres queridos.
Ejemplo radical: Si ser yo mismo implica destapar mi instinto asesino, pues que al menos mi familia no este cerca... No sé si me explico.
Otra cosa es que mi decisión se eclipse por los demás (otro ejemplo txorra: no dejo a mi novia, a la que no quiero, porque se va a sentir mal).
O quizás, simplemente por ser yo mismo, Mikel, no puedo obviar la consecuencialidad de mis acciones sobre los demás.
No lo sé.
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